Justicia, Paz, Integridad<br /> de la Creación
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El derecho al agua no es suficiente

Newark 15.05.2012 John Converset & Gian Paolo Pezzi, mccj Traducido por: Jpic-jp.org

El tema en recientes discusiones y tratados que son negociados en Europa y en los Estados Unidos, se centran en la cuestión de sí el agua es un bien esencial público que debe ser administrado para el beneficio de toda la población o si el agua debería administrarse en forma privada con fines de lucro como todas las otras mercancías (Traducción del inglés de Carla Rosero).

Hechos importantes están ausentes en estas discusiones. Franciscans International (FI) y WaterLex  (WL) han preparado un folleto, El Derecho al Agua y Saneamiento, una guía práctica  para atender estos problemas así como el dar a conocer a la gente sus derechos y tomar acciones.

El punto inicial, con frecuencia olvidado en esta discusión, es que ahora 885 millones de personas carecen de agua potable y consecuentemente 2 millones de niños mueren cada año por enfermedades transmitidas por el agua y deshidratación.

Mientras en Europa y en Estados Unidos la sociedad acertadamente lucha para mantener el manejo público del agua como un bien común y público, en países pobres la gente está muriendo por falta de agua limpia y potable.

El agua contaminada no es la mayor preocupación de los países desarrollados pero es una grave amenaza para la vida en los países pobres. La falta de sanidad básica es aún peor. A nivel mundial 2.6 millones de personas no tienen acceso a un adecuado saneamiento, y consecuentemente se abastecen de agua contaminada.

Reconociendo que sin agua potable ningún ser humanos puede sobrevivir, las Naciones Unidas han pedido a los gobiernos asegurar que cada persona tenga al menos 20 litros de agua limpia por día: “Agua potable y segura para tomar y saneamiento son derechos humanos, esenciales para disfrutar completamente de la vida y otros derechos humanos” (Declaración de la Asamblea General de las Naciones Unidas Julio  28 2010).

Necesidad de políticas concretas para que el derecho al agua sea efectivo

El Comité de los derechos económicos, sociales y culturales de las Naciones Unidas (UN-CESCR) va mas allá, explica: “El derecho humano al agua es indispensable para llevar una vida humana digna”.   Este es un prerrequisito para la realización de otros derechos humanos.  El comité ha sido confrontado continuamente con la negación generalizada del derecho al agua tanto en países en vías de desarrollo así como en países desarrollados. 

Más de un billón de personas carecen de acceso a un abastecimiento básico de agua, mientras muchos billones no tienen acceso a un saneamiento adecuado, la cual es la primera causa de contaminación del agua y de enfermedades causadas por el agua.  La continua contaminación, el agotamiento y la desigual en la distribución del agua van agravando la pobreza existente. Los estados deberían adoptar medidas efectivas que viabilicen, sin discriminación, el derecho al agua, así como se establece en este comentario general: “Comentario General No. 15 en el Derecho al Agua”.

No es suficiente declarar que el agua es un bien público y un derecho humano básico. El derecho al agua debe ser respaldado a través de regulaciones concretas para la vida diaria. “La guía práctica” de Franciscans International (FI) and WaterLex  (WL) muestran cómo las soluciones sostenibles para garantizar el agua y el saneamiento en comunidades pobres de los sectores rural y urbano reducirán la pobreza y crearan esperanza de una vida mejor.

La falta de agua potable afecta los medios de subsistencia y tiene un impacto negativo en la economía del hogar.

El pobre del sector urbano y el que vive en tugurios alrededor del mundo pagan 5 a 10 veces más de lo que otros pagan por el agua y esto los hace aún más pobres forzándolos a usar agua contaminada. Ellos están expuestos a enfermedades que se pueden prevenir y por tanto están imposibilitados de mejorar sus vidas.  Adicionalmente, la falta de agua potable y un saneamiento básico hace que los niños enfermen, esto les impide ir a la escuela y a sus padres ir a trabajar.

Entonces el crear acceso al agua y al saneamiento es un primer paso hacia el establecimiento de una vida normal, donde los derechos a la educación y a la salud están asegurados.  En muchas partes de África, Asia y Latinoamérica, un mejor acceso al agua liberaría a las mujeres y niñas del tiempo que gastan en obtener agua, tiempo que podrían utilizar en su educación o en otras actividades productivas.  Finalmente es evidente que el acceso al agua puede mejorar la agricultura familiar e incrementar las cosechas de los alimentos y así los ingresos del hogar.

El agua como un recurso limitado

Las primeras palabras del 15avo Comentario UN-CESCR a menudo se pasan por alto “El agua es un recurso natural limitado y un bien público fundamental para la vida y la salud” El agua es para cuidarla, no solo porque es un recurso esencial para la vida y su desarrollo básico, sino también porque siendo un bien limitado debería ser preservado de la contaminación, polución, y codicia humana para el beneficio de toda la gente de hoy y de futuras generaciones.

Tomando la espiritualidad Franciscana la “Guía práctica” nos recuerda que “el derecho al agua es ciertamente importante, pero al mismo tiempo necesitamos respetar también los derechos del agua!” El respeto y amor al agua están basados en la conciencia de que “en la naturaleza todo está conectado e interrelacionado” y el agua “parece ser el elemento que conecta a todas la criaturas”  ya que el agua “está en todas las formas de vida” Así tenemos el derecho de llamar a los gobiernos a que pongan atención en este tema, pero cada uno tiene que hacer su parte también:  deteniendo la degradación, polución y el desperdicio del agua es de hecho la manera como  demostramos el respeto a la vida. Necesitamos poner atención en nuestras acciones diarias para garantizar la vida hoy y mañana.  La palabra clave es: compartir responsabilidades.

Nos oponemos a la transformación del agua como producto de consumo, no solo porque es un precioso y limitado bien común, pero también porque respetamos todas las expresiones de vida como un regalo de Dios. Más aún si hacemos un llamado a garantizar el acceso al agua y a luchar por la protección de los recursos hídricos, esto es porque queremos un mundo más justo y pacifico donde la división entre ricos y pobres sea superada, empezando por el más vital y básico derecho que tiene el humano al agua. Como la “Guía Práctica” nos recuerda, el significado de la vida no es “crear riquezas pero si fraternidad, estando unidos y siendo compasivos con todas las criaturas” entonces, “la creación entera se convertirá en familia”.

El propósito de la “Guía práctica”, no es solamente un llamado a tomar conciencia sobre el derecho al agua y al saneamiento, sino también proveer herramientas que atiendan los retos relacionados al agua en la vida diaria.  Esto quiere ayudar a aquellos que trabajan directamente con los pobres atendiendo los retos en lo referente al agua y a la pobreza y “contribuir a hacer el derecho al agua una realidad para los más vulnerables”. De este modo, nos desafía a no dar por descontado el derecho a tener agua para tomar: el uso diario del agua debe ser visto como un regalo de Dios para compartir con todos aquellos que carecen de agua en el mundo.

Así la “Guía Práctica” como lo expresa en su presentación, a través de sus 7 secciones “adopta un enfoque de abajo hacia arriba para resaltar los pasos que los ciudadanos y comunidades pueden tomar junto con el gobierno para dar atención al agua y a los retos de saneamiento.

En las primeras tres secciones, iniciando desde una visión general del agua y los retos de saneamiento enfrentados por los grupos más pobres y vulnerables, explica el rol y responsabilidades de los gobiernos que deben atender estos retos e identificar temas claves y buscar la manera de fijar prioridades. Desde la sección 4, da sugerencias de cómo manejar recursos disponibles y urgentes en la comunidad y dar seguimiento a los compromisos de las autoridades, y muestra cómo la comunidad puede expresar sus preocupaciones locales a ambos niveles tanto nacional como internacional,

Esta guía no es por lo tanto solo una introducción sobre el tema del agua y saneamiento sino que también plantea retos y cuestionamiento que buscan respuestas a los que debe responder cada creyente a través de su estilo de vida, mientras oramos “Alabado seas mi señor, por la hermana agua, tan útil y humilde, preciosa, y pura”.

La guida digital The Right to Water and Sanitation, di Franciscans International e WaterLex, puede ser descaargada gratuitamente del sito: www.franciscansinternational.org/fileadmin/docs/Water_manual/FI_WL_The_Right_to_Water_and_Sanitation_-_a_practical_guide.pdf

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