Justicia, Paz e Integridad de Creación habla de la realidad desalentadora a la que nos enfrentamos en este pobre, maltratado y herido mundo. La pobreza y el hambre, la violencia, la degradación del medio ambiente, el calentamiento global, las guerras por el agua, la actual violencia en nombre del petroleo, las batallas por la tierra y los alimentos, todo esto nos llama a cambiar.
La crisis es real, mas la primera y la última palabra es la esperanza: esperamos ya que hay cosas por las que vale la pena vivir, cosas que dan valor a la vida- el amor, la reconciliación, la compasión, la justicia, la paz, la solidaridad y la sanación. En efecto, hemos creado un mundo que está en riesgo: si prestamos atención al mensaje de Jesús podemos volver a vivir de manera diferente: en vez de cultivar violencia, se debe cultivar la paz.
Que significa JPIC? Es una espiritualidad que viene del Evangelio, expande la compasión de Dios rechazando las guerras y desorden económico y trabajando por la justicia social. JPIC es una forma de hacer misión comprendida como un compromiso con la justicia y la paz, y una metodología de trabajo en la manera de promover el desarrollo y en realizar proyectos. JPIC transforma la promoción de un mundo nuevo, la denuncia de la injusticia y la protesta contra el poder en una actividad evangélica donde la lucha es sin violencia.
La espiritualidad de JPIC puede ser resumida con las palabras de Pablo VI en la inauguración del comité que será luego la Comisión JPIC: “A nuestros ojos ustedes representan la realización del ultimo deseo del Concilio (GS 90). En otros tiempos –y también hoy- una vez construida la Iglesia o la torre de las campanas un gallo era colocado en la parte superior del techo como un símbolo de vigilancia en la fe y de toda vida cristiana. De la misma manera esta Comisión no tienen otra misión que “mantener los ojos de la Iglesia abiertos, su corazón sensible y sus manos prestas a la caridad que la Iglesia está llamada a cumplir en el mundo.” (Pablo VI)
Los Misioneros Combonianos, siguiendo el ejemplo de San Daniel Comboni, hemos hecho una opción por los más pobres y débiles de la tierra. Para cumplir con nuestro compromiso, tratamos de llamar por su nombre y analizar las causas profundas de las estructuras sistémicas de la opresión en los ámbitos económico, político, social, cultural y religioso, y buscamos construir la cultura de la no violencia y de la paz, y promover el respeto y la defensa de los Derechos Humanos y de la Creación, en consonancia con la Doctrina Social Católica. Por esta razón estamos comprometidos con JPIC.
Los Misioneros Combonianos trabajamos en estrecha colaboración con VIVAT International en la Naciones Unidas, con la Red África Fe y Justicia (AFNJ) en Washington, D.C., y con la Red África Europa Fe y Justicia(AEFNJ) en Bruselas. “En su actividad evangelizadora el misionero se compromete a una total liberación del hombre del pecado y del egoísmo, de la guerra y de la injusticia y de las estructuras de opresión”. (RV n.60)