La clase dirigente. En 1949, la historiadora americana Caroll Quigley escribió The Anglo-American Establishment: From Rhodes to Cliveden, un libro poco conocido pero magnífico. Quigley explica la forma en la que hombres del imperio como Cecil Rhodes, Alfred Milner, Lionel Curtis, Robert Brandand, Adam Marris planeaban estrategias para controlar el mundo; cómo causaron guerras a propósito - cómo la Jameson Raid y la Boer War en Sud África que condujo a la colonización Británica. También documentó cómo crearon la británica Commonwealth of Nations, el Institute of Pacific Relations, y el USA Council on Foreign Relations. Todos estos conforman “la clase dirigente”. Rhodes murió en 1902, pero la clase dirigente anglo-americana sigue aunque haya cambiado con el tiempo. Ahora las corporaciones globales que controlan efectivamente la mayor parte de los recursos del mundo (oro, diamantes, petróleo, etc.), los bancos y servicios financieros y las instituciones que dirigen el mundo (como el FMI, el Banco Mundial y la Organización Mundial del Comercio) son la nueva clase dirigente.
Clinton también forma parte de esta clase dirigente. Ocasionar guerras y controlar el sistema en asociación con las corporaciones globales es parte de su herencia. Hasta ahora, Clinton ha recaudado un total de $446,4 millones y Trump un total de $137,3 millones, de los cuales Clinton ha gastado $ 349,6 millones y Trump $ 96,7 millones. Casi todo el dinero de Clinton proviene de la clase dirigente mientras que el de Trump proviene en parte de sus propios recursos. Clinton sigue negándose a divulgar las transcripciones de los tres discursos pagados que dio en 2013 en un evento de Goldman Sachs. En total los discursos le ganaron 675.000$.
Clinton y Henry Kissinger. Los Clinton son muy allegados a Kissinger tanto en la vida personal como en la ideológica. A menudo pasan las vacaciones juntos.
Pero más que eso, Hillary se refiere a Kissinger como su mentor, su Gurú. La persona que mejor define a la verdadera ideología política de Kissinger es Bernard Lewis, el conocido "experto" de estudios islámicos y del Medio Oriente. Su consejo al Occidente, dicho sin verbosidad académica y en términos contemporáneos, es bastante simple: crear guerras de procuración en Irak, Afganistán, Libia, Somalia y los países del Hemisferio Sur; emplear a agentes en lugar de sus propios soldados; manipular a los medios para promulgar "verdades" a las masas; usar el dinero para comprar a la gente, a los gobiernos y a naciones enteras; y mantener al lobo (leer Putin) fuera de la puerta. Durante la “Guerra Fría “ (siempre poner comillas alrededor de Guerra Fria porque fue fría para ellos pero en para África fue muy caliente), Kissinger ejercía la teoría de Lewis. En 1975, durante una conversación con el embajador estadounidense en Turquía y dos diplomáticos, turco uno y chipriota el otro, Kissinger admitió apoyar ilegalmente a la junta militar en España, Grecia y Brasil. Les dijo a sus anfitriones que evadió el embargo de armas oficial que estaba vigente en ese momento. Además, EE.UU. exoneró al gobierno militar en Brasil de los delitos de tortura para que pudiera recibir ayuda estadounidense. Estas revelaciones post-facto están documentadas y se han divulgado por los denunciantes Assange, Manning y Snowden. Vea el video que Hillary Clinton does not want you to see. No es extraño que en los debates presidenciales democráticos de los Estados Unidos el fantasma de Kissinger apareciera, como Hamlet en las obras de Shakespeare, al acecho detrás de Hillary Clinton. Durante un debate acerca de la política exterior, Bernie Sanders, el oponente de Clinton, mencionó las estrechas relaciones de Clinton con Kissinger. "Creo que Henry Kissinger fue uno de los más destructivos secretarios de estado en la historia moderna de este país", dijo Sanders. Citó "el bombardeo secreto de Camboya durante la guerra de Vietnam, como un movimiento orquestado por Kissinger, lo que finalmente llevó al genocidio en ese país". Al estilo de Kissinger, Clinton es una jingoísta imperial. Con Clinton como secretaria de Estado, los EE.UU. y la OTAN han ido más allá del mandato recibido por Consejo de Seguridad de la ONU en la guerra de Libia. La espantosa muerte de Gadafi, al que se le acorraló en un agujero infernal, marcó el final de la guerra. Al ver lo sucedido, Clinton comentó con su cinismo característico: "Vinimos, vimos, murió". Este es otro video que Hillary no quiere que se vea. La muerte de Gadafi y la reacción de Hillary Clinton. Me sorprendió ver esta muestra de total cinismo y falta de compasión. Ella es el "candidato de guerra" de la clase dirigente y ha dejado claras sus intenciones con respecto a Irán, Gaza/Palestina, Siria (y tal ves hasta Rusia y China).
Trump, el ogro con boca grande. Con Trump los Americanos tienen un candidato presidencial que ha hecho todo lo posible por ser desagradable. A menudo los medios de comunicación norte-americanos lo representan con cara de perro y, sin duda, ha dicho cosas horrorosas acerca de los musulmanes, inmigrantes, mejicanos, africanos y, en realidad, acerca de todos los que cruzan su camino. Con respecto a uno de sus críticos dijo: “Le pegue una paliza en Twitter y nunca más volvió a hablar de mi”. En otra ocasión mencionó que Nelson Mandela le gusta mucho pero “Sud África es un país lleno de crimen y está a punto de estallar; su gente no está en una buena situación”. Acerca del movimiento de Black Lives Matter comentó: “El racismo ya no existe. Hemos tenido un presidente de color entonces ya no hay este problema. ¿Intentan decir que la vida de la gente de color es más valiosa que la de la gente blanca o asiática? Si la gente de color consideran tan importante su vida entonces que regresen a África. Ya veremos cuanto va a valer su vida allá”. A Trump se le critica por ser neurótico. En junio del 2016, Dan McAdams del periódico americano The Atlantic escribió el artículo, “The Mind of Donald Trump”, acerca de él. Entre otras cosas, McAdams afirma que Trump es una persona extrovertida con un carácter narcisista y “exuberante, extrovertido y dominante en situaciones sociales”. La característica principal de la extroversión es "la búsqueda de compensaciones a corto plazo". Sin embargo, no se puede obviar el hecho que venció a 16 contendientes republicanos. Al fin y al cabo, se le nominó como el candidato del partido republicano. Ahora el partido está distanciándose de él e intentando obtener escaños en el Congreso en lugar de apoyarle. Sin embargo, Trump, con sus indirectas controversiales, informales y “políticamente incorrectas” acerca de la clase dirigente, sigue adelante, lo cual motiva a los jóvenes que están cansados de la disparidad entre los ricos y los pobres en Estados Unidos. El periódico británico The Guardian explica la “gran paradoja” de la política americana que contiene el secreto de su éxito:
“Trump es un “candidato de sentimientos”…Inspira una transformación emotiva y luego la recalca. No solo provoca emociones sino que también las utiliza y las presenta a sus seguidores como una muestra de triunfo colectivo. Sus seguidores lamentan la perdida un estilo de vida ahora perdido. Algunos están desanimados, otros deprimido. Anhelan a sentir orgullo, en vez viven la vergüenza…”
Conclusión. La verdad es que nadie sabe qué hay detrás de lo que Trump aparenta. Tal ves quiere “darle una paliza” a la clase dirigente. Tal ves es un personaje “narcisista” que busca compensaciones a corto plazo. Sea lo que sea, él constituye un dilema para la clase dirigente, tanto la republicana como la demócrata. Trump ha planteado preguntas que los estadounidenses debieron haberse hecho hace mucho tiempo. ¿Por qué está enojada la juventud con la clase dirigente? ¿Por qué es tan desastrosa la política exterior de Estados Unidos?
Trump podría hacer las paces con Rusia y China, lo cual seria bueno para África. El continente africano no quiere ser involucrado en otra guerra de procura como sucedió durante la "Guerra Fría". Trump sorprendió a la clase dirigente cuando dijo que si fuera presidente, en caso de un ataque, los EE.UU. tal ves no defenderían a los aliados de la OTAN que no han cumplido con su contribución económica. África debería sugerir que vaya más allá y proponga que la OTAN se elimine así como hizo Rusia con el Pacto de Varsovia. La OTAN es un peligro para la paz mundial.
Trump ha expresado públicamente que está en contra de acuerdos comerciales y de inversiones como Los Acuerdos de Alianza Transpacíficos (TPP) y de la Asociación de Comercio e Inversión Transatlántico (TTIP). Acerca de la TPP dijo: “El acuerdo es ridículo…no se debe apoyar ni permitir que suceda”. África también ha ido en contra de estos acuerdos comerciales impulsados por mega corporaciones estadounidenses. Es posible que Trump se deshaga de la Ley de Crecimiento y Oportunidades para África (AGOA) que beneficia a Estados Unidos en ves de a África. También podría deshacerse de la iniciativa Power Africa de Obama que es un plan de 7 mil millones de dólares creado para facilitar las inversiones corporativas estadounidenses en África. África necesita librarse de estas herramientas del imperio estadounidense.
Además, él a criticado la idea de “exportar la democracia” a países del hemisferio sur ya que dice que Estados Unidos no debe enseñar a África como gobernar sus países. ¡Exacto! Aunque Trump y Jeremy Corbyn tengan diferentes ideologías políticas, tienen en comùn una cosa muy importante. Ambos han sermoneado los medios de comunicación y la clase dirigente de sus respectivos países. Al igual que Trump, Corbyn es criticado tanto por los conservadores como por la clase dirigente del Partido Laborista que domina el grupo parlamentario del Partido Laborista.
Por muchos siglos, durante la trata de esclavos y luego la colonización, África ha sido víctima de la gente en el poder. Corbyn y Trump reciben mucho apoyo de los jóvenes de sus países. ¿Por qué? Porqué ellos, al igual que las masas de África, están enojados con el orden mundial que predomina. Tal vez sea difícil están en comunión con Trump y sus ideas pero él podría darnos el espacio necesario para solidarizarnos con el pueblo norte-americano, en especial con los jóvenes que también sufren la tiranía de los caudillos de la clase dirigente.
La sabiduría tradicional afirma que es mejor un diablo conocido que un ángel desconocido. Trump no es ningún ángel, por supuesto, pero, en este caso y desde el punto de vista africano (y tal vez tercermundista), es mucho mejor porque demonio desconocido que Hillary Clinton, un diablo que muy bien conocemos.
Fuente http://yashtandon.com/clinton-or-trump-who-is-a-better-bet-for-africa/
or http://yashtandon.com/clinton-or-trump-who-is-a-better-bet-for-africa/ - _edn5
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