Líderes mundiales y ministros de finanzas del G20 y G7, grupos empresariales, académicos y organizaciones de desarrollo se encontraron en Marrakech, Marruecos, para las Reuniones Anuales del FMI y el Banco Mundial del 9 al 15 de octubre pasado. La directora del FMI, Kristalina Georgieva, informó que la economía mundial ha perdido $3.700 billones debido a la pandemia y a los choques económicos desde 2020 y que continúa el crecimiento lento y desigual. Los obispos africanos se centran, por el contrario, en los altos niveles de deuda y el escaso crecimiento económico.
"Las deudas, los problemas climáticos y el pobre crecimiento económico encabezan la agenda durante estas reuniones", dijo Eric LeCompte, Director Ejecutivo del grupo religioso de desarrollo Jubilee USA Network. LeCompte estuvo en Marrakech con motivo de las reuniones del FMI y el Banco Mundial. "Es importante que nos reunamos en África, donde la renta media no ha cambiado desde 2015 y la región se enfrenta a una grave crisis climática".
Es desde 1973, cuando por primera vez que las Reuniones Anuales del FMI y el Banco Mundial se dieron en Kenia, que este evento vuelve a África. Los líderes mundiales y el Banco Mundial que asistieron a las reuniones deberían haber promovido políticas urgentes de alivio de la deuda, ayuda y préstamos para abordar las crisis interrelacionadas a las que se enfrentan los países africanos, señaló el organismo que representaba a los obispos católicos africanos.
En efecto, el Simposio Católico de Conferencias Episcopales de África y Madagascar (SECAM), a través de su Comisión de Justicia, Paz y Desarrollo, ha emitido una declaración mientras se celebraban estas reuniones en un lugar africano en 50 años.
"Para afrontar con éxito las crisis de la deuda externa, es crucial abordar las complejidades derivadas de los múltiples acreedores. Esto requiere la coordinación de políticas eficaces, rápidas y globales que abarquen tanto a los acreedores públicos como a los privados", afirman los obispos.
La declaración, "Una llamada a la acción de los líderes para un verdadero Jubileo de la Esperanza en África", se refiere a la declaración del Papa Francisco del año 2025 como año jubilar, bajo el lema "Peregrinos de la Esperanza".
Los líderes religiosos señalan que en África cerca de 600 millones de personas viven en la pobreza y cerca de 280 millones pasan hambre, llamando a eliminar el obstáculo de la deuda que impide a muchos países disponer de recursos para invertir en la respuesta a las crisis y proteger a los más vulnerables. Recuerdan que en 1999, San Juan Pablo II, entonces Papa, vinculaba la reducción de la deuda a la lucha contra la pobreza, afirmando que el mensaje sigue siendo válido hoy en día.
Los obispos se refirien también a las decisiones que se están tomando para aumentar la capacidad de préstamo de los bancos internacionales de desarrollo, diciendo: "El impulso a la reforma de las instituciones financieras internacionales ofrece la oportunidad de adaptarlas a las necesidades y exigencias actuales. Esto puede lograrse reforzando los valores del desarrollo humano en sus misiones, aumentando su capital financiero y mejorando sus instrumentos de financiación". Entonces, "Cualquier recurso adicional [debería venir acompañado de] una mayor rendición de cuentas y una participación significativa de las comunidades y sociedades afectadas por sus programas".
Los líderes católicos también piden políticas que impidan nuevos ciclos de endeudamiento, "sentando las bases de préstamos y empréstitos responsables, autorización de contratos de deuda y salvaguardias de divulgación y cláusulas de reducción de la deuda que se activen automáticamente cuando los deudores sufran desastres naturales u otros graves problemas".
"Los líderes religiosos africanos están en primera línea de los países que se enfrentan a crisis de deuda, climáticas y alimentarias", afirma Aldo Caliari, Director de las Políticas de la Red Jubilee USA. Jubilee USA Network apoya y asesora a los obispos católicos africanos en cuestiones económicas. A partir de sus aportaciones, "los obispos católicos africanos piden cambios reales en el sistema financiero para proteger a su pueblo y a nuestro planeta".
La declaración se refiere también a la amenaza del cambio climático en África, la región más vulnerable al clima y la menos responsable del calentamiento global. "Ante un planeta que está a punto de volverse inhabitable, pedimos que [nuestros líderes] tomen decisiones que promuevan la vida, no sólo para ellos sino también para las generaciones futuras, como está escrito: escoge la vida, para que tú y tus hijos vivan (Dt 30,19)", añaden.
Desde su fundación, Jubilee USA llama a “Defusing the Debt Time Bomb: The Role of an Effective Crisis Prevention and Resolution Architecture” - Desactivar la bomba de relojería de la deuda: El papel de una arquitectura eficaz de prevención y resolución de crisis-. Jubilee USA Network es una alianza de más de 75 organizaciones estadounidenses y 750 comunidades religiosas que trabajan con 50 socios mundiales. Jubilee USA quiere una economía que sirva, proteja y promueva la participación de los más vulnerables. Jubilee USA ha logrado reformas financieras mundiales importantes y ha conseguido más de 130.000 millones de dólares de alivio a la deuda en beneficio de las instituciones más pobres del mundo.
El 10 de octubre de 2023, el FMI publicaba el Informe de Estabilidad Financiera Global en el que planteaba preocupaciones globales sobre la persistente inflación, el sistema bancario y las inversiones climáticas.
Por su parte, Jubilee USA ha publicado una Declaración sobre este informe donde afirman: "Los crecientes riesgos para la estabilidad financiera son profundamente preocupantes. Menos estabilidad financiera significa más conflictos, más pobreza y más crisis. El FMI advierte que será necesario continuar con las medidas de lucha contra la inflación". Sin embargo, continúan, cuando combatimos la inflación subiendo los tipos de interés, creamos mayores cargas de deuda para los países y hacemos que los alimentos sean demasiado caros para todos. De esta manera aumentamos los conflictos, la pobreza y las crisis de los países pobres. Esto vale también cuando "el FMI pide reestructuraciones preventivas de la deuda, para los numerosos países en desarrollo en riesgo de crisis por la deuda".
En nuestro mundo, "la pérdida de vidas humanas por guerras y conflictos es inaceptable. Más allá de las muertes, los conflictos también perjudican a nuestra economía global y a los pobres de todo el mundo. Unos intereses muy elevados durante periodos prolongados probablemente infectarán el sistema bancario y se repercutirán en todas las personas, ya que los prestatarios no podrán devolver sus préstamos".
Por fin, la Declaración llama la atención también sobre el hecho de que "en los países en desarrollo, las inversiones por los problemas climáticos tendrán que aumentar hasta 2 billones de dólares al año para 2030. El FMI prevé que la financiación privada deberá aportar la mayor parte de esa cantidad. Los países en desarrollo necesitan recursos para hacer frente al cambio climático. Si no lo hacen, esto se repercutirá en la estabilidad financiera". Por lo tanto, "Todos los recursos deben estar vinculados a objetivos de emisiones cero".
Véase, Annual Meetings: World Bank Events y también Jubilee USA Statement on IMF and World Bank Meetings and IMFC Press Briefing - Jubilee USA Network
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