La abogacía, más que con intereses económicos, tiene que ver con la conciencia y el conocimiento. Se trata de construir una democracia fuerte, responsabilizando a quienes están en el poder. Se trata de centrarse en los asuntos dejados de lado u ocultados, en cómo se comparte o se manipula la información.
Tal vez usted sepa, pero la mayoría de la gente no lo sabe, el 27 de agosto de 1928 se firmó un Pacto de Paz, el Pacto Kellogg-Briand, un acuerdo internacional que prohíbe la guerra. La inspiración, la visión y el largo trabajo detrás de esto movimiento de masas fue iniciado y dirigido por un abogado de Chicago llamado Salmon Oliver Levinson. Obviamente, el pacto no tuvo éxito y hace unos meses, en su aniversario, David Swanson, director ejecutivo de World Beyond War, enumeró las 10 Maneras en que pretendemos que la guerra no sea un crimen. Con el sombrío comienzo de 2020, puede ser útil resumir su lista.
1.- Normalización. "Mucha gente no logra imaginar un mundo sin guerra", dice D. Swanson. "Nuestros entretenimientos, nuestra educación, nuestros medios de comunicación y nuestra política tratan la violencia, a menudo la violencia extrema y sádica, como normal y sin alternativas, y la participación en la guerra como un 'servicio' admirable y digno de alabanza, independientemente de si la guerra en que se participa fue una maldita y mortífera catástrofe".
2.- Excepcionalísimo. Swanson releva que los medios que dan la información, informan como si tuviéramos "el derecho a matar personas en cualquier lugar, como algo necesario", así como el derecho a defendernos de lo que consideramos agresión. Esto nos da buena conciencia en bombardear un país opositor. Si civiles y niños mueren, "no es un delito si lo hace un presidente de los Estados Unidos".
3.- La casi total ausencia de consecuencias. La Corte Penal Internacional, hasta ahora, solo ha procesado Crímenes de guerra. "Si bien ocasionalmente miembros de bajo rango de las fuerzas armadas son castigados por atrocidades particulares, no atribuyen ninguna responsabilidad a aquellos que inician las guerras o cometen crímenes dentro de las guerras, a menos que sean Africanos".
4.- El asunto de una guerra buena. "No solo tenemos fe en la posibilidad de una guerra buena, de bombardear por la paz y la justicia, sino que pretendemos creer que existen guerras buenas".
5.- Las agencias secretas planean y hacen las guerras, y los medios de comunicación pretenden ignorarlo. "La CIA y todas las agencias relacionadas en el gobierno de los E.U. y en todo el mundo han normalizado la mentira, el espionaje, el asesinato, la tortura, el secreto de estado", la anarquía y la desconfianza de los gobiernos extranjeros y nuestros propios gobiernos, y nuestra habilidad en "auto gestionarnos aceptando guerras permanentes".
6.- Los tratados no solo se ignoran y se violan, sino que también se rompen y se rechazan, generando enemigos y alejando el desarme. En 1970, las naciones con armas nucleares se comprometieron a no transferir estas armas a otras naciones ni alentarlas a adquirirlas. Estados Unidos "mantiene armas nucleares en otras naciones y ha otorgado tecnología nuclear a otras países".
7.- La teoría de una Guerra Justa. Las teorías de san Ambrosio y san Agustín que plantearon las cuatro condiciones que deben cumplirse para que una guerra sea justa (la teoría de la guerra justa remonta al romano Cicerón) "han saturado la cultura occidental y se han abierto paso en la consciencia de todos nosotros" hasta hace poco. En la conferencia "No violencia y Paz Justa", celebrada en Roma del 11 al 13 de abril de 2016, el Consejo Pontificio para la Justicia y la Paz ha abandonado esta teoría de una guerra justa.
8.- El presidente de los Estados Unidos pretende tener poderes imperiales. Swanson dice que "es la opinión no solo del presidente actual, que todo lo que un presidente hace es legal".
9.- Leyes como la Carta de las Naciones Unidas son ignoradas u olvidadas, o se la eluden con excusas, pretextos y falsedades. Sería útil preguntarse cuáles son en realidad las obligaciones que emanan de la Carta de las Naciones Unidas. Al parecer no hay ninguna obligación para la paz.
10.- Se ignoran leyes como el Pacto Kellogg-Briand. Este pacto prohíbe toda guerra y es un tratado en el que los gobiernos son parte. Eso la convierte en "ley suprema del país bajo la Constitución de los Estados Unidos" y la de los otros países signatarios. Este tratado no ha sido dado por terminado, ni abolido ni retirado. Por lo tanto, lo que dice David Swanson con respecto a E.U. es válido para todos los países que lo firmaron.
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