Nunca podemos olvidar, y siempre debemos estar en guardia, recordando la historia: cuando se utilizó por primera vez la energía nuclear en la bomba atómica fueron arrasadas dos ciudades asiáticas en la Segunda Guerra Mundial. La buena noticia es que la gente al recordar termina reflexionando sobre el pasado para evitar un futuro peligroso. Como dijo una vez el cardenal Martini, la gran diferencia hoy es entre la gente que piensa y la que no lo hace.
El desarrollo de la tecnología nuclear para la generación de electricidad fue aclamado como un triunfo de la tecnología moderna. Sin embargo, la horrible muerte de casi un millón de personas en Hiroshima y Nagasaki hizo que el mundo se diera cuenta de que la guerra nuclear es algo que nadie puede ganar. Dio lugar a la doctrina MAD -sigla inglés por Mutual Assured Destruction-, según la cual una guerra nuclear sería una guerra de "Destrucción Mutua Asegurada" como resultado de un intercambio de misiles con cabezas nucleares. El bombardeo de Japón por parte de Estados Unidos provocó inmediatamente la capitulación y la rendición incondicional de Japón.
El Presidente Vladimir Putin de Rusia está haciendo una amenaza similar a Europa sobre Ucrania. Las tropas rusas están ocupando la central nuclear ucraniana de Zaporizhzhia, en Europa, y bombardean las zonas cercanas a ella y culpan a Ucrania. Es absurdo que Ucrania destruya sus propias centrales nucleares y contamine Europa. Los bombardeos rusos llegaron a cortar la línea eléctrica que alimentaba la central para mantener su sistema de refrigeración.
Los generadores de reserva entraron en acción justo a tiempo para evitar una situación muy peligrosa. Si la refrigeración falla en una central nuclear, ésta explota. Nada puede impedirlo. El Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA) ha llegado a la central para una inspección de seguridad; se espera que este organismo de la ONU tenga la influencia necesaria para lograr la desmilitarización de la central.
Las centrales nucleares son muy peligrosas y el peligroso material de desecho radiado que provoca cáncer tarda 100 mil años en descomponerse. Los errores humanos, los conflictos y los ataques terroristas son los que provocan los desastres. Los enemigos podrían capturar una planta y pedir un rescate a la nación.
Esto es un recordatorio de que los seres humanos pueden hacer los más horribles actos de destrucción sin respetar la vida humana. Ese es el pensamiento extremista, o el no pensamiento, de Vladimir Putin. Sus fuerzas no pueden derrotar a Ucrania, así que ha desatado los más horribles bombardeos, ataques con bombas y misiles contra objetivos civiles en toda Ucrania. No respeta la vida humana ni el sufrimiento humano que está causando. Es un líder con gran poder y sin empatía.
Un ser humano así es muy peligroso y amenazar con desatar la radiación nuclear en su desesperación por ganar la guerra bombardeando poco a poco la central nuclear de Zaporizhzhia hasta lograr la rendición es una locura. Sería como si un niño caprichoso cogiera los platos de la cena y los rompiera uno a uno hasta conseguir lo que quiere. Sería como lo que ocurrió en Chernóbil: una nube de radiación mortalmente destructiva podría volar por toda Europa.
Cuando las centrales nucleares fallan, pueden provocar muerte y destrucción generalizada, y una radiación nuclear seguiría matando a personas y animales durante décadas.
La central nuclear de Chernóbil, que explotó al fallar la refrigeración, ha dejado una vasta zona inhabitable. La central de Japón también explotó debido a un tsunami. Todas las centrales nucleares son susceptibles de sufrir daños catastróficos por causas naturales como terremotos, tifones y terrorismo humano.
La amenaza de un ataque nuclear limitado por parte de Rusia en Ucrania es real. La tensión entre Rusia y las cinco naciones nucleares -Estados Unidos, China, Rusia, Reino Unido y Francia- ha aumentado considerablemente. Los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU dijeron claramente en 2021 que "la guerra nuclear no puede ganarse y nunca debe librarse" y, sin embargo, todos ellos están mejorando sus arsenales de ojivas nucleares, que alcanzan un total de 13.000 en todo el mundo. Esta cifra es inferior a las 236.000 que había durante la Guerra Fría. Gracias a un tratado que todos acordaron para reducir el número. La Federación de Científicos Americanos estima que sólo el Reino Unido tiene 190 cabezas nucleares, de las cuales 120 están listas para disparar en cualquier momento. Imagínese, todas están a punto de ser una MAD, preparadas para desencadenar una guerra nuclear.
Ese tratado debía renovarse en una reciente reunión de la ONU en Nueva York en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, pero tras años de negociación, Rusia bloqueó el documento final del crítico y urgente tratado porque mencionaba el peligro de que las tropas rusas ocuparan y bombardearan las zonas cercanas a la central ucraniana de Zaporizhzhya. La ministra de Asuntos Exteriores australiana, Penny Wong, se mostró "profundamente decepcionada" por la falta de acuerdo. "Rusia obstruyó el progreso al negarse a comprometerse con un texto propuesto y aceptado por todos los demás Estados", dijo.
No sólo Putin amenaza a Europa con bombardear los alrededores de la central nuclear ucraniana de Zaporizhzhia, sino que ha hablado de un posible ataque nuclear "si se le provoca". En respuesta a esto, el Secretario General de la ONU, Guterres, se pronunció. "Tras la guerra de agresión no provocada e ilegal de Rusia contra Ucrania, pedimos a Rusia que cese su retórica y comportamiento nuclear irresponsable y peligroso", dijo.
El presidente Vladimir Putin insistió en que Rusia sigue siendo fiel a la "letra y el espíritu" del tratado y que no puede haber "ningún ganador" en una guerra nuclear, según el Kremlin. Guterres dijo en la 10ª conferencia de revisión del Tratado de No Proliferación, un tratado internacional que desde 1970 está diseñado para evitar la propagación de las armas nucleares: "Hoy, la humanidad está a un solo malentendido, a un error de cálculo, de la aniquilación nuclear".
"Hemos tenido una suerte extraordinaria hasta ahora. Pero la suerte no es una estrategia. Tampoco es un escudo para evitar que las tensiones geopolíticas desemboquen en un conflicto nuclear", añadió. Desafió a todas las naciones a despertar y "poner a la humanidad en un nuevo camino hacia un mundo libre de armas nucleares".
"La eliminación de las armas nucleares es la única garantía de que nunca se utilizarán", dijo.
Tenemos que trabajar por la cordura, la paz, el diálogo racional y llegar a un consenso de las naciones para vivir con respeto mutuo por toda vida, y especialmente la vida humana, sobre el planeta Tierra y no por la Destrucción Mutua Asegurada".
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