Con motivo de la apertura de la 65ª Asamblea General de las Naciones Unidas, el principal y más representativo órgano institucional de la ONU - septiembre de 2010 - Foreign Policy enumeró las cuestiones apremiantes a las que se enfrenta la Asamblea y volvió a publicar lo que denominó “Las diez cosas más locas jamás dichas en la Asamblea de la ONU: de lo apasionado a lo provocativo, pasando por lo simplemente estrambótico”.
Estos eran los ocho puntos que debían abordarse: reducir a la mitad el número de personas que viven con menos de un dólar al día, garantizar la educación primaria para todos, promover la igualdad de género, reducir la mortalidad infantil, mejorar la salud materna, detener la propagación del VIH-SIDA, la malaria y otras enfermedades, garantizar la sostenibilidad del medio ambiente, fomentar una asociación mundial para el desarrollo.
Después de 15 años, las palabras de algunos representantes de los Estados miembros de la ONU cuando se los confrontan a estas cuestiones no levantan sonrisas de “amenos exabruptos”. “De lo apasionado a lo provocador, pasando por lo simplemente estrambótico”, ya no parecen todos “locos”, pero sí dan trágicas razones de por qué la ONU es lo que es hoy.
1-. Krishna Menon, diplomático indio, 1957. “El Consejo de Seguridad considera que se trata de una disputa. Pero no es una disputa sobre un territorio. Sólo hay un problema ante ustedes: el problema de la agresión”.
Fue el discurso más largo jamás pronunciado en un consejo de la ONU: ocho horas de evasivas en defensa de India en su disputa con Pakistán por el Cachemira. Durante el discurso, Menon sufrió un colapso y tuvo que ser hospitalizado: luego volvió y siguió hablando, asistido por un médico que le controlaba la tensión.
2-. Fidel Castro, presidente de Cuba, 1960. “Si Kennedy no fuera millonario, analfabeto e ignorante entendería que no se puede hacer una revuelta contra los campesinos”.
Castro tampoco bromeaba, hace exactamente cincuenta años, cuando criticó violentamente a Kennedy, a Nixon y al imperialismo estadounidense durante cuatro horas y media en plena crisis de las relaciones entre Estados Unidos y Cuba. Castro también está vinculado a otro extraño recuerdo de la asamblea de ese año: pidió pollos vivos en su habitación de hotel.
3-. Nikita Chruščëv, presidente de la Unión Soviética, 1960. “Presidente, llame al orden a esos lameculos del imperialismo americano”.
Fue uno de los momentos más simbólicos de la Guerra Fría. Con esta frase Chruščëv hizo callar a un delegado de Filipinas que arremetía contra el imperialismo soviético, y acto seguido se quitó el zapato y lo golpeó con fuerza contra la mesa.
4-. Henry Cabot Lodge, embajador de EEUU, 1960. “Como pueden ver ustedes mismos, hoy tenemos aquí un claro ejemplo de espionaje soviético”.
Ese mismo año, durante una discusión sobre el derribo de un avión espía estadounidense sobre territorio soviético, el embajador Lodge pasó al ataque: mostró a la asamblea un águila de madera donada por la Sociedad de Amistad Soviético-americana a la embajada estadounidense y con unas pinzas le sacó un pequeño micrófono del pico. Tras el gesto de Lodge, la resolución de la Unión Soviética condenando los vuelos de espionaje estadounidenses no fue aprobada.
5-. Yasser Arafat, líder de la OLP, 1974. “El viejo orden mundial se desmorona ante nuestros ojos, a medida que el imperialismo, el colonialismo, el neocolonialismo y el racismo, cuya principal expresión es el sionismo, perecen ineluctablemente”.
Fue el primer discurso ante la Asamblea General del representante de una ONG, la Organización para la Liberación de Palestina. El ataque de Arafat al sionismo dio lugar al año siguiente a la famosa resolución de la ONU “Sionismo es igual a racismo”, que enfrió las relaciones entre la Asamblea General e Israel.
6-. Daniel Ortega, presidente de Nicaragua, 1987. “Antes de dirigirse a esos exaltados que proponen acciones militares como la invasión, recuerde, presidente Reagan, que Rambo sólo existe en las películas”.
Era un ataque a Estados Unidos, por boca del presidente nicaragüense Ortega, fuerte crítico de la política estadounidense en Centroamérica. En particular, por su financiación de los grupos armados de la Contra y su apoyo a la dictadura de Anastasio Somoza García, que, según Ortega, “desangro a los nicaragüenses”. La reacción del delegado estadounidense fue marcharse: “los nicaragüenses pueden quedarse sentados a escuchar, yo no”.
7-. Hugo Chávez, presidente de Venezuela, 2006. “Ayer pasó el diablo por aquí, todavía se huele el azufre”.
Chávez estaba acostumbrado a los arrebatos provocadores y la asamblea de la ONU era uno de sus escenarios favoritos. En esta ocasión, el ataque iba dirigido a George W. Bush, a quien comparó con Satanás. Al año siguiente, Chávez habría de citarse a sí mismo, declarando que “no hay más olor a azufre” desde que Obama es presidente.
8-. Omar al-Bashir, presidente de Sudán, 2006. “La imagen pintada por las organizaciones de voluntarios para solicitar asistencia y ayuda ha tenido consecuencias negativas”.
Al-Bashir negaba que se estuviera produciendo un genocidio en Darfur, acusando en cambio a las ONG occidentales de orquestar una trama para recibir más fondos. Bashir, junto con Ahmadinejad, acusó también a Israel de difundir mentiras para debilitar al gobierno sudanés.
9-. Mahmoud Ahmadinejad, presidente de Irán, 2008. “La dignidad, la integridad y los derechos de estadounidenses y europeos están en peligro por culpa de un pequeño pero peligroso grupo de personas llamado sionistas. Aunque son una ínfima minoría, han manipulado fraudulenta y complejamente importantes parcelas de los centros financieros, monetarios y políticos de Estados Unidos y de varios países europeos”.
Ahmadineyad ha utilizado regularmente el escenario de la asamblea de la ONU para atacar el poder de Occidente, con especial atención a su archienemigo, Israel. En 2008 acusó a “la entidad sionista” de varios crímenes, entre ellos el de provocar la guerra de Osetia del Sur. Una característica de los discursos del presidente iraní fue el fuerte uso de la retórica religiosa y de las enseñanzas chiíes.
10-. Muammar Gaddafi, presidente de Libia, 2009. “Esto no debería llamarse Consejo de Seguridad, sino Consejo del Terrorismo”.
Tras cuarenta años en el poder en Libia, Gadafi habló por primera -y probablemente última- vez ante la Asamblea General. El discurso duró cien minutos y contenía la mitad de las teorías conspirativas del siglo, desde acusar a Estados Unidos de crear y propagar la gripe porcina hasta mentir sobre el asesinato de Kennedy. La ira de Gadafi caía principalmente sobre el Consejo de Seguridad de la ONU, al que él comparó con Al Qaeda.
Ver, Le dieci cose più folli mai dette all’assemblea ONU
Foto. Chávez a la ONU
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