“Miles de niños han muerto o han resultado heridos en la guerra de Sudán. La violencia sexual y el reclutamiento van en aumento. Y la situación es aún más grave cuando se sigue negando la presencia humanitaria". Así lo afirmó James Elder, portavoz de Unicef, subrayando que “cinco millones de niños se han visto obligados a huir de sus hogares –una media asombrosa de 10.000 niñas y niños desplazados cada día–, lo que convierte a Sudán en la mayor crisis de desplazamiento infantil del mundo. Muchos de ellos tuvieron que hacerlo varias veces”.

“El sábado por la mañana – continúa Elder – un equipo local de fútbol masculino jugaba en un espacio de UNICEF acogedor para los niños en el estado de Jartum cuando una granada cayó en el campo de fútbol. Murieron dos niños y casi todo el equipo resultó herido. Conocí a estos niños, tanto en el hospital como en el espacio amigo de la infancia de UNICEF. Están conmocionados”, informó el portavoz. “Ayer hablé con una trabajadora sanitaria que me contaba el alcance de la violencia sexual durante esta guerra. Me explicó que tuvo contacto directo con cientos de mujeres y niñas, algunas de tan solo 8 años, que habían sido violadas. Muchas permanecieron cautivas durante semanas. También habló del preocupante número de niños nacidos tras una violación que son abandonados".

“Durante más de un año hemos dicho que los niños de Sudán no pueden esperar. Bueno, ahora están muriendo”, añade Elder, destacando que “la hambruna en el campo de Zamzam es el primer hallazgo de hambruna por parte del Comité de Revisión de la Hambruna en más de siete años y sólo la tercera vez que se ha llegado a un hallazgo de hambruna desde que el monitoreo fue creado hace 20 años”. “Debemos ser muy claros: sin un acceso seguro y sin obstáculos, y sin la eliminación de los obstáculos existentes –particularmente los transfronterizos y de larga distancia–, el estallido de hambruna de este mes en una parte de Sudán corre el riesgo de extenderse y conducir a una pérdida catastrófica de seres humanos”, prosigue el portavoz de UNICEF, advirtiendo: “Sin acción, decenas de miles de niños sudaneses podrían morir en los próximos meses. Decenas de miles. Y este no es en absoluto el peor de los casos. Cualquier epidemia provocará que la mortalidad se dispare. Las enfermedades son nuestro gran temor. Si se produce una epidemia de sarampión, diarrea o infecciones respiratorias – recordando que, en las condiciones de vida actuales, y con fuertes lluvias e inundaciones, estas enfermedades se propagan como la pólvora – las aterradoras perspectivas para los niños de Sudán empeorarán dramáticamente".

Además de pedir "un acceso humanitario seguro y sin obstáculos a través de todas las rutas, a través de las líneas de conflicto (en particular, Darfur, Jartum y Kordofán) y a través de las fronteras de Sudán", "un aumento masivo de la financiación de los donantes para evitar el colapso de los sistemas esenciales", pagar a los trabajadores de primera línea, proporcionar suministros vitales y mantener la infraestructura crítica” es urgente “un alto el fuego inmediato”.

Elder concluye afirmando que “al hacer la vista gorda ante Sudán e ignorar el inmenso sufrimiento, las partes en guerra y la comunidad internacional continúan estableciendo un peligroso precedente de apatía global hacia los niños".

Ver, Sudan: Unicef, “per i bambini è la crisi umanitaria più grande al mondo”

Foto. Una sudanesa que huyó del conflicto de Darfur, donde las paramilitares Fuerzas de Apoyo Rápido han estado perpetrando atrocidades masivas, cruza al vecino Chad el 2 de agosto de 2023. Zohra Bensemra. Reuters