Los países reunidos en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Biodiversidad COP15 en Montreal han alcanzado un acuerdo que representa un paso clave en la protección de las tierras y los océanos del mundo, a la vez que fortalece los esfuerzos para salvaguardar el clima mundial.
Los gobiernos se comprometieron a proteger el 30 % de las tierras y aguas consideradas importantes para la biodiversidad de aquí a 2030. En la actualidad, sólo el 17 % de las zonas terrestres y el 10 % de las marinas están protegidas.
El marco de biodiversidad mundial de Kunming-Montreal también insta a recaudar 200 000 millones de dólares para 2030 destinados a la biodiversidad de diversas fuentes y a trabajar para eliminar o reformar las subvenciones que podrían aportar otros 500 000 millones de dólares a la naturaleza.
Como parte del paquete de financiación, el marco pide aumentar al menos a 20 000 millones de dólares anuales para 2025 el dinero que se destina a los países pobres. Esta cifra aumentaría a 30 000 millones de dólares anuales en 2030.
La COP15 para la biodiversidad, un "momento París”
Los ecosistemas terrestres y marinos que albergan la inmensa mayoría de las especies del planeta, como bosques, turberas, zonas costeras y océanos, absorben más del 50 % de las emisiones de carbono de origen humano. Esto los hace vitales para cumplir el objetivo central del Acuerdo de París de mantener el aumento de la temperatura media mundial por debajo de 1,5 grados en comparación con la época preindustrial.
A su vez, la biodiversidad desempeña un enorme papel en la creación de resiliencia frente a los impactos inevitables del cambio climático, con soluciones basadas en la naturaleza, como la protección de los arrecifes de coral y los manglares, que protegen a las comunidades costeras de las tormentas, las inundaciones y la erosión.
Elizabeth Mrema, responsable del Convenio sobre la Diversidad Biológica de las Naciones Unidas, y Steven Guilbeault, Ministro de Medio Ambiente de Canadá, describieron la conferencia como un "momento París para la biodiversidad", en referencia al histórico Acuerdo de París de 2015 sobre acción climática. En virtud de este Acuerdo, los gobiernos se comprometieron a desarrollar estrategias climáticas suficientemente ambiciosas para evitar los peores efectos del cambio climático.
Mrema también señaló que la agenda internacional sobre biodiversidad aparece cada vez más en los debates de las COP sobre el clima. Por primera vez en una decisión cubierta por la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, los gobiernos reunidos en la COP27 de Sharm el Sheij en noviembre reconocieron la importancia de las soluciones al cambio climático basadas en la naturaleza. Se trata de soluciones que protegen los ecosistemas naturales que benefician a las personas al tiempo que contribuyen a atajar el cambio climático y proteger la biodiversidad.
Los agentes no estatales tienen un papel clave en la protección de la biodiversidad y el clima
Simon Stiell, Secretario Ejecutivo de ONU Cambio Climático, acogió con satisfacción el acuerdo alcanzado en Montreal y subrayó la importancia coincidente de las agendas de la biodiversidad y el clima.
"La naturaleza y la biodiversidad son dos caras de la misma moneda: ambas van de la mano. El cambio climático está afectando negativamente a la biodiversidad, y la biodiversidad es parte de la solución al cambio climático. Tras décadas de destrucción de los ecosistemas y de caída en picada de la biodiversidad, el acuerdo alcanzado en la COP15 proporciona el marco para detener e invertir estas tendencias. No hay vuelta atrás, no hay excusas para la inacción. La dirección a seguir está clara", afirmó.
Sin embargo, el máximo responsable de la ONU en materia de cambio climático advirtió de que, si bien los acuerdos internacionales sobre biodiversidad y clima, como los alcanzados en la COP15 de Biodiversidad en Montreal y la COP27 de la CMNUCC en Sharm el Sheij, son importantes, también lo es el aumento de la acción por parte de los interesados que no son Partes, como ciudades, regiones, empresas e inversores:
"Tanto para la biodiversidad como para el cambio climático, necesitamos ver el mayor progreso posible dentro del proceso intergubernamental. Pero esto por sí solo es insuficiente, y por eso necesitamos prestar toda la atención posible a la acción real fuera del proceso, a lo que está ocurriendo el espacio de los actores no estatales", añadió.
En este contexto, cabe destacar que varias asociaciones empresariales y de minoristas anunciaron en la COP15 sobre Biodiversidad su compromiso de convertirse en aceleradores de la campaña Race to Zero (la Carrera hacia el cero) de las Naciones Unidas, diseñada para animar a los gobiernos y a las partes interesadas no pertenecientes a las Partes a alcanzar un nivel neto cero de emisiones de gases de efecto invernadero para 2050.
Diane Holdorf, Vicepresidenta Ejecutiva del Consejo Empresarial Mundial para el Desarrollo Sostenible, ha declarado: "No podemos resolver la crisis de la biodiversidad sin abordar el clima, y con el 30-40% de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero atribuidas al sector minorista, necesitamos acelerar la transformación de la industria".
Un plan sin embargo controvertido.
Un millón de especies animales y vegetales se extinguirán si no actuamos para proteger la biodiversidad. La Conferencia sobre la Diversidad Biológica de la ONU ha declarado en diciembre que el 30% de la superficie del planeta debe estar protegida en todo el mundo para 2030. Un plan sin embargo controvertido que desapoderaría, en lugar de fortalecer, a quienes mejor han preservado la biodiversidad hasta ahora: los pueblos indígenas. En vísperas de la COP 15 ellos enviaron una petición a la ONU.
Para: Secretaria Ejecutiva del CDB, Elizabeth Maruma Mrema, y Estados miembros de CDB
Estimada Sra. Maruma Mrema, Secretaria Ejecutiva:
El colapso de la biodiversidad es una de las crisis de nuestro tiempo, junto con la crisis climática. Ambas exigen reformas profundas y una acción audaz por parte de nuestra sociedad.
Las áreas protegidas y "otras medidas efectivas de conservación basadas en Áreas Protegidas" (OECM, por sus siglas en inglés) desempeñan un papel importante en la conservación de la biodiversidad y los ecosistemas, pero conllevan riesgos significativos. El objetivo del Marco Mundial para la Biodiversidad después de 2020 de proteger el 30% de las tierras del mundo para 2030 plantea varias amenazas.
- Muchas áreas protegidas y OECM están asociadas a la violencia, el empobrecimiento y el desplazamiento, especialmente de grupos de población que han vivido en armonía con la naturaleza durante generaciones. El precio de la conservación de la naturaleza sería entonces la violación de los derechos humanos. "30 por 30" tiene el potencial de ser el mayor acaparamiento de tierras de la historia.
- Muchas áreas protegidas y OECM hacen poco para conservar la naturaleza; su establecimiento sólo sirve de coartada y distrae de las medidas efectivas.
- Objetivos como el 30% o incluso el 50% se basan obviamente en consideraciones políticas y no en hechos científicos.
- La creación y gestión de áreas protegidas y OECM promete beneficios a grandes organizaciones y empresas, a menudo occidentales, y ayuda a estas últimas a continuar con su modelo de negocio perjudicial para el clima a través de "soluciones basadas en la naturaleza" que ocupan tierras.
- La gestión de las áreas protegidas y de los OECM no suele tener en cuenta las especificidades regionales y locales.
Al mismo tiempo, cada vez se reconoce más, con el respaldo de la ciencia, que la naturaleza se preserva mejor donde viven los pueblos indígenas y las comunidades locales y donde se protegen sus derechos.
Por lo tanto, le pedimos:
- Reforzar los derechos de los pueblos indígenas y las comunidades locales. Implica garantías de los derechos sobre los bosques y la tierra, el derecho al consentimiento libre, previo e informado, la protección contra la violencia y el desplazamiento y la participación equitativa en el desarrollo económico y social.
- Reforzar el papel de pueblos indígenas y comunidades locales en las negociaciones nacionales e internacionales y en la aplicación o el seguimiento de las decisiones adoptadas. Deben incorporarse los conocimientos tradicionales indígenas.
- Trabajar para garantizar que los pueblos indígenas y las comunidades locales reciban una mejor financiación para que puedan cumplir realmente su papel de guardianes de la naturaleza.
- Trabajar para combatir las causas profundas de la crisis de la biodiversidad, en particular la explotación de los recursos y el consumo excesivo.
Atentamente,
¿Se les ha escuchado? Lo sabremos pronto, o en la próxima cumbre de la ONU sobre biodiversidad, en 2024, cuando se espera que los países refuercen sus compromisos para detener la pérdida de biodiversidad.
Ver Un nuevo acuerdo internacional sobre biodiversidad refuerza la acción por el clima y también Para proteger la biodiversidad se deben respetar los derechos de los pueblos indígenas - Salva la Selva
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