El 7 de octubre se llevarán acabo las elecciones sin Luiz Inacio Lula da Silva, quien fue condenado en segunda instancia. Unos datos ensombrecen estas elecciones: cerca de 32,7 millones de niños y adolescente, es decir, seis de cada diez menores de 17 años, están expuestos a alguna situación vulnerable- ya sea financiera o relacionada con el acceso a derechos como educación y vivienda -. Son tan numerosos que si habitaran una ciudad, triplicaría la población de São Paulo.
En un informe divulgado recientemente, el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) adopta un criterio inédito frente al trato de la pobreza de los niños brasileños: incluye no sólo indicadores de renta per cápita, sino también el cumplimiento de derechos fundamentales garantizados por la ley. El documento prueba que la pobreza "sólo" monetaria se ha reducido en la última década, pero las privaciones de uno o más derechos no han disminuido en la misma proporción. Sin embargo, según el informe, 18 millones de niños y adolescentes (34% del total) viven en familias con ingresos insuficientes para la compra de una canasta básica (menos de 71 euros mensuales en las áreas urbanas y 55 euros en las rurales).
Cuando se consideran solamente las privaciones de derechos de las seis categorías: educación, información, trabajo infantil, vivienda, agua y saneamiento, 26,7 millones de niños y adolescentes (49,7% del total) tienen uno o más derechos negados. El informe tiene como base datos de la Encuesta nacional sobre domicilios (PNAD) del 2015. UNICEF además añade que además de tomar en cuenta la influencia de la raza y la región del país, las políticas públicas que miran a lidiar con la pobreza infantil debe considerar también la asistencia a las madres, padres y otros responsables.
A continuación, algunos puntos destacados por el informe:
1-. El acceso al sistema de alcantarillado es el derecho "más negado" a los pequeños. Por lo tanto, sumando las privaciones consideradas "intermediarias" y las "extremas", es el saneamiento (con indicadores como la presencia de baños y red recolectora de alcantarillado) el que perjudica al mayor número de niños y adolescentes (13,3 millones), seguido por la educación (8,8 millones) y el agua (7,6 millones). El mayor problema está en el deshecho de los residuos humanos, ya que el 22% de los menores de 18 años viven en casas con fosas rudimentarias o al lado de escarpadas.
2-. Para los niños y las niñas negras, la tasa de privación de derechos supera el promedio nacional y pasa del 50%. El propio saneamiento refleja las diferencias observadas en otros aspectos: entre niños y adolescentes privados de saneamiento, el 70% son negros. En cuanto a los derechos negados tomados en cuenta en el estudio, los niños y las niñas negras tienen una tasa de privación del 58%, frente al 38% de los blancos (en Brasil la tasa media es del 49,7%). En el ámbito de la educación, hay 545 mil niños y niñas negras analfabetos de 8 a 17 años de edad, frente a 207 mil blancos.
3-. Sureste urbano versus Norte rural. En general, los niños y los adolescentes que viven en áreas rurales tienen más derechos negados que los de las zonas urbanas; y los habitantes de las regiones del Norte y Nordeste encaran más privaciones que los del Sur y Sudeste. Pero hay excepciones: con respecto a la vivienda (número adecuado de personas por dormitorio, materiales apropiados en los techos y paredes, etc.), el Norte está adelante, seguido por el Sudeste y el Nordeste. Mientras tanto, el porcentaje de niños y niñas cuyos derechos son negados se duplica en el campo (87,5%) en comparación a los de las ciudades (41,6%).
4. La escuela y el trabajo son viejos desafíos. Un quinto de los brasileños de 4 a 17 años de edad tiene violado su derecho a la educación. Además, el 6,2% de los niños y adolescentes del país ejercen trabajo infantil doméstico o remunerado. Esto, incluso cuando este tipo de actividad es ilegal, como en el caso de los de 5 a 9 años (3%, o 425 mil niños y niñas de este segmento trabajan) y de los de 10 a 13 años (7,4%). La carga de trabajo es mayor para las niñas, con excepción del trabajo remunerado entre adolescentes - este es mayor entre los chicos. Ser negro o vivir en el Norte o Nordeste implica una incidencia más alta de trabajo infantil.
Nota. La mayor parte de Brasil está escasamente poblada con una densidad de 24,66 personas por kilómetro cuadrado (Puesto 170 en el mundo). La ciudad más grande es Sao Paulo con más de 11.9 millones de habitantes y una población metropolitana de 21.1 millones. Los resultados del último censo indican que 92 millones (48%) de brasileños son blancos, 83 millones (44%) marrones, 13 millones (7%) negros, 1.1 millones (0.50%) amarillos y 536,000 (0.25%) indígena. Este método de clasificación de raza es controvertido y criticado en Brasil
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